Pase el tiempo resolviendo adivinanzas de ropa y vestuario para niños y adultos. Hay adivinanzas cortas y largas, todas con respuestas.
Una señora muy enseñoreada,
con el sombrero verde
y la falda morada.
Dos hermanitos muy igualitos,
en llegando a viejecitos
abren los ojitos.
Como dos luceros cuelgo,
delante de dos cavernas,
sujeta estoy de dos ramas
que siempre están derechas.
En el campo me crié
dando voces como loca;
me ataron de pies y manos
para quitarme la ropa.
Hoy cuando me levanté,
puse uno en cada pie.
Como no son los zapatos,
di tú, ¿qué puede ser?
Una copa redonda y negra.
Boca arriba está vacía.
Boca abajo está llena.
El pie tapo al instante.
Igual que si fuera un guante.
Es cosa muy transparente
y se ve perfectamente.
¿Qué habitante de Madrid tendrá mayor cabeza?
Ver respuestaCuando lo amarran, se va;
cuando lo sueltan, se queda.
Subí a un monte,
me encontré un chiquillo,
le quité los pantalones
y me comí sus güevecillos.
Atadas se van,
y sueltas se están.
Soy de piel o paño gordo.
Y me adhiero a tu cuerpo.
Para que no pases frío.
Cuando llega el invierno.
¿Cuál es la casa formada
de vestidos de animales;
cinco hermanos desiguales
hacen en ella morada,
para librarse de males?
De hierro es,
de hierro es.
En todos los dedos coge,
tú no sabes lo que es.
Tamaño de una cazuela,
tiene alas y no vuela.
Mi principio está en un punto,
mi fin en un punto está,
porque siempre que me nombran,
me nombran por la mitad.
¿Qué es peludo y asoma por tu pijama de noche?
Ver respuestaAparece por delante.
Por los lados, por la espalda.
Te descuidas un instante.
Y te levanta la falda.
¿En qué se parecen la bragas y las hojas de higuera?
Ver respuestaCamino sin tener patas,
y caminando agonizo;
unos me sacan la vida
y a muchos yo martirizo.
¿Qué le dice un alpargate a otro?
Ver respuestaTengo cinco habitaciones.
En cada una un inquilino.
En invierno cuando hace frío.
Están todos calentitos.
Por mi gusto me rompen el cuero
y me hacen pequeño agujero,
y me meten el tipiricuando,
y las pelotas se quedan colgando.
Tengo copa y no soy árbol,
tengo alas y no soy pájaro;
protejo del sol a mi amo,
en invierno y en verano.
Una piel que es otra piel.
Una mano que no es mano.
Y el frío se aguanta bien.
¿Cómo se llaman los calzoncillos blancos en ruso?
Ver respuesta¿Cómo se llaman los calzoncillos blancos en español?
Ver respuestaDoce señoritas en un comedor,
con cuartos, con medias
y con zapatos no.
Se pone para dormir,
aunque no es un camisón,
puede ser de lana, seda o algodón.
Tengo corazón sin ser persona.
Tengo bata sin ser mujer.
Y el hombre elegante me lleva delante.
Juntos, en ovillo,
duermen los mellizos;
cuando se separan,
estirados andan.
En la jirafa descuella,
bajo la barba del rey.
Lo tiene cualquier botella,
la camisa o el jersey.
Un palito muy derechito,
y en la cabeza un sombrerito.
¿Qué es lo primero que le mete el hombre a la mujer cuando se casan?
Ver respuestaMi sombrero es una ola,
estoy en medio del año.
Nunca estoy en caracola
y sí al final del castaño.
¿Qué le dice el cepillo a una chaqueta negra?
Ver respuestaUna pierna y un sombrero
se aguantan de pie.
¿Qué es?
¿Quién es aquél tan ligero
que dos mil faltas compone
y la dama se lo pone
por el miembro más bajero?
De día, venga matraca,
de noche bajo la cama.
Tiene yemas y no es huevo,
tiene copa y no es sombrero,
tiene hojas y no es libro.
Me lleváis,
me traéis,
y si sois nuevos
quizás me mordéis.
Me pisas y no me quejo.
Me cepillas si me mancho.
Y con mi hermano gemelo.
Bajo tu cama descanso.
Todas las mujeres lo tienen entero,
y por presumir le rompen el cuero,
meten lo tieso por lo blanco
y las pelotillas se quedan colgando.
Colgada voy por delante.
Y al hombre hago elegante.
De pergaminos, o sedas,
o papel hechos estamos;
en verano gusto damos;
las manos han de estar quedas,
si es que nuestro oficio usamos.
Tan redondo como una cazuela,
tiene alas y no vuela.
Sin hueso y sin compostura,
todos los hombres lo llevan
incluido el señor cura.
Nuestra dueña nos coloca
uno a cada lado.
Siempre pendientes,
siempre colgados.
Viste de chaleco blanco
Y también de negro frac.
Es un ave que no vuela
Pero sí sabe nadar.
Redondito, redondón,
no tiene tapa ni tapón.
No he de darte más razones.
Sin mi perderías los pantalones.
Dos doncellitas,
junto a la puerta,
esperan calientes,
a que se lo meta.
No me utilizan los patos
más me llevan de apellido,
con "Z" empieza mi nombre,
¡y ya el resto es pan comido!
Muchas señoritas
van por un camino,
todas van vistiendo
del paño más fino.
Llevo pijama a diario
sin guardarlo en el armario.
Vinieron, pero no vinieron;
se fueron, porque no vinieron;
vinieron y se quedaron,
porque vinieron.
Hay un número que muy valiente se creía, pero cuando su cinturón le quitabas todo su valor perdía.
Ver respuestaLomos y cabeza tengo.
Aunque vestida no estoy.
Muy largas faldas mantengo.
Tienen justo cinco dedos
como la mano;
se rellenan en invierno,
se vacían en verano.
Puedes llevarlo en el pelo
y, a veces, en los zapatos.
Se coloca en la cintura
y en el rabo de los gatos.
Para salir a la esquina
ponte pan en el talón y camina.
De día llenos de carne,
de noche con la boca al aire.
Señoras y señoritas,
casadas y solteritas,
se las meten estiraditas
y se las sacan arrugaditas.
Tiene copa,
no para tomar;
tiene alas,
no para volar.
La última de todas soy.
Pero en zurdo y zapato primera voy.
¿Qué le dice un calcetín a otro?
Ver respuestaA la vuelta del mercado,
he pagado por un mocito,
le he bajado los pantalones,
y le he comido lo mejorcito.
Aunque las adornamos a ellas.
cuando no tenemos carreras,
la gente tiene manía
de no llamarnos enteras.
Guardado en invierno,
lo luzco en verano,
es mi único traje
en sitios de baño.
¿De que color le compra un sordo las bragas a su novia?
Ver respuestaAlto, muy alto,
redondo como un plato
y negro como un pez,
no lo aciertas en un mes.
Largo, larguero,
gran caballero,
con capa dorada
y negro sombrero.
Ani lloró todo el día.
Perdió lo que más quería.
Es tan grande mi fortuna
que estreno todos los años
un vestido sin costura
de colores salpicados.
Por la noche me lo pongo.
Por el día me lo quito.
Y en la siesta lo uso un poquito.
Cuatro ruedas para el zapato,
que corren más
que el ratón y el gato.
Rodeo cuellos y cuellos.
Tanto de ellas como de ellos.
¿Qué le dicen unas bragas a otras?
Ver respuestaDos buenas piernas tenemos
y no podemos andar.
Pero el hombre sin nosotros
no se puede presentar.
Es un redondel
que tiene cuatro agujeros
y el hilo pasa por él.
Adivina lo que es.
Santa con nombre de flor.
Ya pesar de este retrato.
Me confunden con zapato.
Acertijo, acertajo,
no hay mañanita
que no me la encajo.
De una cuarta un poco más,
sin hueso ni coyuntura,
todos los hombres lo llevan
y también el señor cura.
Con dos patas encorvadas.
Y dos amplios ventanales.
Quitan sol o dan visión.
Según sean sus cristales.
Mi padre al cuello la ata.
Y poco a poco, la aprieta.
Hasta llegar a su meta.
Redondo, redondo, barril sin fondo. ¿Qué es?
Ver respuestaAunque la quite del agua.
Sigue en agua.
¿Qué le dice el ratón a la vaca?
Ver respuestaPisados, siempre en el suelo,
recibiendo malos tratos,
y sin señales de duelo.
Doce señoritas en un mirador.
Todas tienen medias y zapatos no.
¡Escapa, escapa!
Que esto que te digo,
aunque no te obligo,
te abriga y te tapa.
Dos guaridas cálidas
con sus escondrijos,
para dos hermanas
y sus quintillizos.
En las manos de las damas
casi siempre estoy metido,
unas veces desplegado
otras veces recogido.
Fuí al centro, ví unos zapatos y los compré ¿Qué compré?
Ver respuestaToda la noche boca arriba,
esperando que le metan
un pedazo de carne viva.
Destacan en las orejas.
Creyéndose independientes.
Van casi siempre en parejas.
Redondo, redondo.
Sin tapa, sin fondo.
¿De qué color son las mangas del chaleco verde de Don José?
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