Adivinanzas sobre el Tiempo

Una cara con dos manos
pegadas a la pared.
Adivina lo que es.

Te llegan muy de mañana.
Y se van mucho después.
Regresan cada semana.
Y cuatro veces al mes.

Somos siete hermanitos
que vivimos sólo un día,
uno nace y otro muere
y así pasamos la vida.

Llevo, con gracia y donaire,
de colores mi cartera,
sólo salgo por la tarde
y espero siempre a que llueva.

Son doce hermanas y todas gastan medias.
Aunque, van numeradas todas son cantadas.

Soy de piel o paño gordo.
Y me adhiero a tu cuerpo.
Para que no pases frío.
Cuando llega el invierno.

Siempre estoy en tu casa y cada vez estoy más delgado cada mes que pasa.
¿Qué soy?

Por el tiempo desespero,
pero mira si soy bruto,
que a sesenta por minuto
nunca llegaré el primero.

De siete en siete vamos.
Cogiditos de las manos.

Quién es un viejo ligero.
Que es de cuatro movimientos.
Puestos en doce cimientos.
Que, a cualquier pasajero.
Da más penas que contentos.

Si lo ves, es invierno;
si lo guardas, pereces;
cada día lo tomas
más de mil veces.

Corre más que un ciclista.
Nunca da marcha atrás.
Si lo pierdes de vista.
¡Cómo envejecerás!

Durante el verano escondido,
en el invierno encendido.

En verano barbudo.
Yen invierno desnudo.
¡Esto es muy duro!

¿Qué es una orilla?

Tanto como en el invierno
es objeto aborrecido,
en el verano es querido,
buscado con afán tierno,
reservado y aplaudido.

Girando toda su vida.
Toda su vida girando.
Y no aprendió a ser más rápida.
Da una vuelta y tarda un día.
Da otra vuelta y tarda un año.

¿Qué se encuentra una vez en un minuto, dos veces en un momento pero ninguno en cien años?

Siete hijos ha la dama,
seis trabajan con ardor,
de la noche a la mañana
ruega el séptimo al Señor.

Tengo copa y no soy árbol,
tengo alas y no soy pájaro;
protejo del sol a mi amo,
en invierno y en verano.

Soy rey de un imperio
en toda nación,
tengo doce hijos
de mi corazón;
de cada uno tengo 30 nietos,
la mitad son blancos,
la mitad son negros.

En primavera te deleito.
En verano te refresco.
En otoño te alimento.
Yen invierno te caliento.

¿Qué es una oreja?

¿Qué cosa, qué cosa es?
Que vuela sin tener alas.
Y corre sin tener pies.

Tiene agujas y no cose.
No se mueve, pero anda.
Si le das cuerda funciona.
Y el paso del tiempo señala.

Doce señoritas en un comedor,
con cuartos, con medias
y con zapatos no.

Él es tío sin sobrinos.
A todos calienta igual.
Si no sabes de quién hablo.
Tras la primavera vendrá.

Juntos dos en un borrico,
ambos andan a la par.
Doce leguas cada uno
y una el otro nada más.

En invierno lo busco
porque da calor;
en verano me estorba
y lo echo al rincón.

¿Qué cosa ha sido
y tiene que ser,
y que cuando sea
dejará de ser?

Somos doce hermanos.
Y yo el más chiquito.
Cada cuatro años.
Me crece el rabito.

Mi sombrero es una ola,
estoy en medio del año.
Nunca estoy en caracola
y sí al final del castaño.

¿Qué tiene manos pero no puede aplaudir?

Tan grande como un cartel, te dice los días del mes.

En un castillo redondo.
Doce caballeros de guardia están.
Un flaco lancero y un gordo escudero.
Marchan al compás.

En cualquier día de la semana me verás.
Excepto en domingo, que no me encontrarás.

Un árbol con doce ramas.
Cada rama, cuatro nidos.
Cada nido, siete pájaros.
Cada cual con su apellido.

Pobrecito, pobrecito,
siempre andando,
siempre andando,
nunca sale de su sitio.

Un cazador en enero
una paloma mató,
la guardó para diciembre
y fresca se la comió.

De doce hermanos que somos,
el segundo yo nací
y soy el más pequeñín.
¿Cómo puede ser así?

Brazos tengo desiguales.
Ya mí ritmo se mueven los mortales.

¿Cuál es el mes más corto?

Como te cases o te embarques.
En este día fatal, todo te saldrá mal.
¿Qué será?

De pergaminos, o sedas,
o papel hechos estamos;
en verano gusto damos;
las manos han de estar quedas,
si es que nuestro oficio usamos.

Somos sesenta mellizos.
En torno de nuestra madre.
Tenemos sesenta hijitos.
Y toditos son iguales.

Preparo el terreno
y la semilla siembro;
siempre esperando
que el sol y la lluvia
lleguen a tiempo.

Fui y no soy.
No soy y fui.
Mañana seré.
Y hablan siempre de mí.

Todos me esperan pero nunca llego.
Porque cuando llego yo desaparezco.

Corren más que los minutos pero... nunca llegan los primeros! ¿Qué son?

Unas surgen con la luna.
A otras las alumbra el sol.
Todas juegan al corro.
Y todas hermanas son.

Tienen justo cinco dedos
como la mano;
se rellenan en invierno,
se vacían en verano.

Para unos soy muy corto.
Para otros, regular.
Para los tristes muy largo.
Para Dios, la eternidad.

Tengo agujas y no sé coser.
Tengo números y no sé leer.

Doce caballeros
nacidos del sol.
Todos mueren antes
de los treinta y dos.

Aquí estamos doce hermanos.
Yo, que el segundo nací.
Soy el menor entre todos.
¿Cómo puede ser así?

¿Qué es lo que
cuelga de la pared
sin tener patas,
sin tener pies?

Guardado en invierno,
lo luzco en verano,
es mi único traje
en sitios de baño.

Hay tres relojes en una habitación. El primero marca las 7:15 el segundo las 9:45 y el tercero las 8:21 ¿Qué hora es?

Santa, sin ser bautizada,
mártir, sin saber qué día,
no está conmigo de noche
y conmigo está de día.

No soy estación del Metro.
Ni soy estación del tren.
Pero soy una estación.
Donde mil flores se ven.

Alto vive
y en alto mora;
en él se cree,
mas no se adora.

Las estaciones del año
y también los elementos
y los puntos cardinales
y el número represento.

Me usan en verano,
pero no en invierno;
hago el agua fresca
en el mismo infierno.

Cuando apenas he nacido,
mi vida se acaba al punto,
aunque no soy el primero
lo sigo por todo el mundo.

¿Qué devora todo lo que existe?

Anda y anda,
y nunca llega a Peñaranda.

¿Qué cosa es,
que lo agarras de noche
y tú no lo ves?

Soy un caballero muy aseñorado.
Tengo doce damas para mi regalo.
Todas van en coche y gastan sus cuartos.
Todas usan medias, pero no zapatos.

Doce señoritas en un mirador.
Todas tienen medias y zapatos no.

¿Qué es lo que se repite
una vez cada minuto,
dos veces cada momento
y nunca en cien años?

Algunos meses tienen 31 días, otros solo 30.¿Cuantos tienen 28 días?

Es un redondel
con dos palotes
que van al revés.

¿Cuál es el tío que más nos abriga?

El reloj de la Puerta del Sol da una campanada cada segundo. ¿Cuanto tarda en dar 12 campanadas?

Dos hermanas en la plaza.
Ambas marchan a la par.
Si una da doce vueltas.
La otra una, nada más.

Los siete son hermanitos.
Y viven un solo día.
Cuando uno nace otro muere.
Y así se pasan la vida.

Vive en pie constantemente
Con los brazos hacia fuera
Se desnuda en el otoño
Y se viste en primavera.