Lista llena de adivinanzas largas para niños y adultos. Las adivinanzas largas suelen ser más complejas que las adivinanzas cortas.
Nadie lo ha visto en el mundo
ni lo ha llegado a tocar,
y ha derribado más casas
que arenas tiene la mar.
Culebrinas de papel.
De varias tonalidades.
Las tiramos en las fiestas.
Y también en carnavales.
Se levantó en el tribunal,
Y al pueblo arengó,
Y al no darle la gloria a Dios.
Engusanado se murió.
De pergaminos, o sedas,
o papel hechos estamos;
en verano gusto damos;
las manos han de estar quedas,
si es que nuestro oficio usamos.
Iba caminando
cuando la sentí;
me puse a buscarla
y no la encontré;
y como no la hallé,
me la llevé.
Una cosa quisicosa,
de ovalada construcción,
todos los hombres la tienen,
pero las mujeres, no.
El Obispo como todos
también tiene dos.
¿Quién será la desvelada,
lo puedes tú discurrir?
Día y noche está acostada
y no se puede dormir.
Es blanco como la leche
y negro como el carbón;
es dulce como la miel
y agrio como el limón.
Fue un gran evangelista,
que en un carro predicó.
Y a un hombre arrepentido,
En agua bautizó.
En blancos paños nací
y en verde me transformé;
tanto fue mi sufrimiento
que amarillo me quedé.
¿Cuál es el bocado
puesto en tal lugar,
que aquél que lo masca
de él no se paga,
por más que lo masque,
jamás se lo traga,
y entero lo deja
y vuelve a tomar?
Somos sesenta mellizos.
En torno de nuestra madre.
Tenemos sesenta hijitos.
Y toditos son iguales.
Es como algunas cabezas
y lleva dentro un cerebro
si la divido en dos piezas
y la como, lo celebro.
Duerme bien en su cunita
a veces es un llorón,
pero también se sonríe
tomando su biberón.
Si quieres saber quién soy,
esperen a que llueva.
Contando los colores del arcoíris
tendrán la prueba.
Preparo el terreno
y la semilla siembro;
siempre esperando
que el sol y la lluvia
lleguen a tiempo.
Entró en tu alcoba y te lo pidió,
tú te negaste y te la metió,
tú sollozabas y él se reía,
al ver la sangre cómo corría.
Tengo nombre árabe.
Soy cristiana, tengo cante.
Pero no canto necesariamente.
Y en el reino de Valencia.
Vivo constantemente.
Yo soy un pobre negrito,
no tengo brazos ni pies,
navego por mar y tierra
y al mismo Dios sujeté.
Tengo una escopeta
de matar perdices,
que apunta a las nalgas
y da en las narices.
El cielo y la tierra se van a juntar.
La ola y la nube se van a enredar.
Vayas donde vayas siempre lo verás.
Por mucho que andes nunca llegarás.
Se fueron a peregrinar,
ella y su marido también.
Y llegaron a los campos de Moab,
Procedentes de Belem.
Yo salgo todos los días,
por eso me llaman diario.
Estoy lleno de noticias,
sucesos y comentarios.
Mi nombre es de peregrino.
Y tengo virtud notable.
Me encuentras en los caminos.
Y mi olor es agradable.
En un rincón de la clase,
dónde yo estoy colocada,
acudes con los papeles
que no te sirven de nada.
¿Qué cosa será aquella
que mirada del derecho
y mirada del revés
siempre un número es?
¿Quién hace en los troncos
su oscura casita
y allí esconde, avara,
cuanto necesita?
El burro me lleva a cuestas,
metida en un baúl,
yo no la tuve jamás
y siempre la tienes tú.
Unos los tienen delante, otros los tienen detrás, otros delante y detrás y otros ni delante ni detrás.
Ver respuestaNavegando para Roma,
Un viento los hizo naufragar.
¿Más quien dijo a Pablo,
No temas que todos sa han de salvar?
Entre dos lo tejen,
entre dos repican.
Unos no llegan a nada
y otros se multiplican.
Treinta y dos sillitas blancas
en un viejo comedor,
y una vieja parlanchina
que las pisa sin temor.
Es un campo colorado
con los surcos muy derechos;
muy en alto está situado
e inclinado de dos lados.
Grande fue su pecado
pero más fea su traición.
Y tres dardos veloces
Traspasaron su corazón.
De enana madre nacidas,
somos de agrio sabor,
refrescamos el calor,
mas después de bien crecidas,
damos ardiente licor.
Detrás de una esquina
hay una tina
llena de flores;
si eres discreta
acierta mi nombre.
Cuando la ciencia nació,
el sol, la luna, los vientos
y todos los elementos
era ya nacida yo.
Da oleadas como el mar,
tiene raspa y no es pescado,
y es la cosa más divina
que el alto cielo ha criado.
Fui a la romería de San Ceferino,
a un padre y a sus siete hijas
me crucé por el camino;
en cada hija, siete sacos,
en cada saco, siete gatos;
gatitos, gatos, sacos,
hombres, mujeres
en el camino.
¿Cuántos iban a San Ceferino?
Estando sano me cortan,
sin ser enfermo me curan
y en lonchas o pedacitos,
dicen que estoy exquisito.
El que la busca,
la busca llorando;
el que la hace,
la hace cantando,
y el que la estrena,
no la ve.
¿Qué palabra castellana escribiremos incorrectamente por mucho que nos empeñemos en escribirla correctamente?
Ver respuestaPedro fue apóstol,
San Juan evangelista,
Y en que fiesta murió,
San Juan el Bautista.
En la calle me toman,
en la calle me dejan;
en todas partes yo entro,
de todas partes me echan.
Me encuentras en la playa
a la sombra y al sol,
mi nombre tiene cara
y también tiene col.
Salimos cuando anochece,
nos vamos al cantar el gallo,
y hay quien dice que nos ve
cuando le pisan el callo.
En medio de un prado blanco
hay una flor amarilla,
que se la puede comer
el mismo rey de Sevilla.
La duración del Diluvio,
los ladrones de Alí Babá,
lo que se canta en el tute
¿el número lo sabes ya?
En un lago hay una superficie cubierta de nenúfares y cada día esa extensión dobla su tamaño. Si tarda 10 días en cubrir el lago, ¿cuánto tarda en cubrir la mitad del lago?
Ver respuestaViste de chaleco blanco
Y también de negro frac.
Es un ave que no vuela
Pero sí sabe nadar.
Era grandote
Y estaba cargado de metal
Y al mismo tiempo era
Un siervo de todo mal.
Verde nací, amarillo me cortaron.
En el molino me molieron.
Y blanco me amasaron.
Tengo tinta, tengo plumas
y brazos tengo. Además,
pero no puedo escribir,
porque no aprendí jamás.
Un hombre lo hace de pie;
Una mujer lo puede hacer sentada;
Un perro lo hace a tres patas.
Entre pared y pared
hay una santa mujer,
ni es de carne,
ni es de hueso
y siempre lo tiene tieso.
Un bate y una pelota cuestan 110 € en conjunto. El bate cuesta 100 € más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?
Ver respuestaYo no quiero que os canséis
y por eso recomiendo
que el acertijo miréis,
para suprimirle un perro
y su número obtendréis.
Cincuenta y cinco soldados
en cuerda amarrados van;
los cincuenta piden ave
y los cinco piden pan.
Sin ser el padre de Adán,
principio y fin del alma he sido.
En medio del mar
y al final de la tierra
se escucha mi sonido.
Voy muy a gusto sentado
y de correr no me canso,
corro más que una carreta
pero no soy bicicleta.
Una dama blanca,
por un campo negro,
anda que te anda
y el campo se llena
de blancas pisadas.
Un convento bien cerrado,
sin campanas y sin torres
y muchas monjitas dentro,
preparan dulces de flores.
Vengo de los elementos,
traigo comida y no como,
soy pesado como el plomo
y liviano como el viento.
Tengo hojas sin ser árbol,
te hablo sin tener voz;
si me abres no me quejo,
adivina quién soy yo.
Me puedes ver en tu piso,
y también en tu nariz;
sin mí no habría ricos
y nadie sería feliz.
Lo que en el calendario abunda
y en muchas partes del mes,
forma el nombre de una fruta
que a mí me gusta comer.
Voy con mi casa al hombro,
camino sin tener patas,
y voy marcando mi huella
con un hilito de plata.
Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
si la misma cara pone,
la misma le pongo yo.
Se abre el telón y aparecen unas montañas y unos chorizos colgando.
¿Cómo se llama la película?
Mamífero rumiante
de cuello alargado.
Por el desierto, errante,
siempre anda jorobado.
Verde fue mi nacimiento
y de luto me vestí,
los palos me atormentaron
y oro fino me volví.
No me utilizan los patos
más me llevan de apellido,
con "Z" empieza mi nombre,
¡y ya el resto es pan comido!
El padre de mi cusico
no tiene alas, ni pies, ni pico.
Y mi cusico a la vez,
tiene alas, pico y pies.
Una vieja, muy revieja,
con un solo ojo y un rabo muy largo,
sólo come tela;
y a cada bocado,
pierde un trocito de rabo.
Una pareja de recién casados, quieren contraer matrimonio pero la iglesia está cerrada ¿Cómo se casan?
Ver respuestaLas monjas delante
con vestido blanco
siempre tú verás,
y a un cura de rojo
que viene detrás.
A veces doy alegrías,
a veces causo dolor,
y aunque sea fantasía
todos me tienen amor.
Son hijos de tus abuelos,
de tus padres hermanos son.
Tus hermanos con tus hijos
tendrán esa relación.
De la huerta yo he venido
de ver al padre prior,
traigo los hábitos verdes
y encarnado el corazón.
Es blanca como la nieve,
es negra como el carbón,
las patas como una vela,
el cuello como una hoz.
Somos hermanas cincuenta,
siempre unidas caminamos,
no teniendo lengua hablamos
y ajustamos nuestra cuenta.
Y si en la casa o la venta,
o para la iglesia vamos,
muchos nos franquean sus manos
con mil vueltas y ademanes,
marcándole siempre el alto
a nuestros cinco galanes.
Se abre el telón y aparecen tres camas: una de bronce marcada en 3.000
euros, otra de plata marcada en 4.000 y por último una de hierro marcada
en 100.000.
¿Cómo se llama la película?
Una dama blanca, alta y delgada,
con la nariz larga y colorada;
mientras la nariz arde y crepita,
la dama se vuelve pequeñita.
Redonda soy como el mundo,
sin mí no puede haber Dios,
Papa y Cardenales sí,
pero Pontífices no.
Me sientes cuando estoy cerca
Me oyes pero no me ves
Y aunque seas deportista
No me alcanzas al correr.
Hilillos como cabellos
finitos y rojos son,
se echan en la paella
y le dan muy buen color.
Vinieron, pero no vinieron;
se fueron, porque no vinieron;
vinieron y se quedaron,
porque vinieron.
Estudiante que estudias
a la luz de la luna
¿qué animal tiene alas,
pero no tiene plumas?
Fue una mujer malvada
empleada de Lucifer
que se decía profetiza
y a muchos los hacia creer.
Es un sabio gordinflón.
Si le preguntan no habla.
Sabe todas las respuestas.
Tiene todas las palabras.
Primera en mi entendimiento,
la segunda en mi memoria,
tercera soy en el cielo
y ausente estoy de la gloria.
Unas regaderas
más grandes que el sol,
con que riega el campo
Dios nuestro Señor.
Cuando yo subo, tú bajas,
si tú subes, bajo yo.
A la misma altura nunca,
podemos estar los dos.
Fueron diez y ocho años,
Que la enfermedad la esclavizó.
Más cuando la vio N.S.J.C.
Libre al instante ella quedo.
Bailo siempre derechito;
cuando me empiezo a cansar,
tiemblo y caigo quieto al suelo
y el niño que está jugando
me tiene que levantar.
Damas comen de mi carne.
Damas comen de mi ser.
Si no adivinas mi nombre.
Poco ingenio has de tener.
Lo agarro con la mano,
lo pongo en el agujero,
empujo con la panza
y empieza el traqueteo. ¿Qué es?
Contengo todas las letras.
Los números y los signos.
Si me aprietan con los dedos.
Escriben hasta los niños.
Siempre estoy bajando,
siempre estoy subiendo,
bajo de vacío,
siempre subo lleno.
Un palo muy triturado,
para que la gente le eche,
al blancuzco arroz con leche
o al riquísimo helado.
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