Lista llena de adivinanzas largas para niños y adultos. Las adivinanzas largas suelen ser más complejas que las adivinanzas cortas.
Puedo ser alegre o triste,
según quien me toque esté.
Con que me rasgues las cuerdas,
buen sonido emitiré.
En el campo fui criada
y en el campo fui nacida;
dondequiera que yo entro,
todos lloran y suspiran.
Ni espero que me lo aciertes
ni espero que me bendigas
y, con un poco de suerte,
espero que me lo digas.
Mi principio está en un punto,
mi fin en un punto está,
porque siempre que me nombran,
me nombran por la mitad.
¿Quién es aquél que va allí,
que no es dueño de sus pies?
Lleva la tripa arrastrando
y el espinazo al revés.
Cuando empieza a caminar
mete los pies en el vientre,
y los pasos que va dando
no hay nadie que se los cuente.
Por allí vienen nuestros padres,
maridos de nuestras madres,
padres de nuestros hijos
y nuestros propios maridos.
Dios te ha dado riquezas,
Pero muchas en verdad.
Pero no disfrutas lo que tienes,
Es grande tu enfermedad.
Si lo ves, es invierno;
si lo guardas, pereces;
cada día lo tomas
más de mil veces.
Corre más que un ciclista.
Nunca da marcha atrás.
Si lo pierdes de vista.
¡Cómo envejecerás!
Tengo cabeza de hierro
y mi cuerpo es de madera,
al que yo le pillo un dedo,
¡menudo grito que pega!
Vuelo sin ser golondrina y sin ser fuelle, resoplo, a la gente yo despeino y a toda cosa me acoplo.
¿Qué soy?
Con tan sólo cuatro cuerdas,
que un arco pone en acción,
esta caja melodiosa
te alegrará el corazón.
Me componen cuatro palos,
impresos en cartulina.
Tengo reyes y caballos,
seguro que me adivinas.
El médico y su señora,
el practicante y su mujer,
se comieron nueve huevos
y tocaron sólo a tres.
Redondita y pequeñita
para matarme me aplastan,
y un caldo precioso hacen
con el jugo que me sacan.
Blanco fue mi nacimiento,
colorada mi niñez,
y ahora que voy para vieja
soy más negra que la pez.
Aparece por delante.
Por los lados, por la espalda.
Te descuidas un instante.
Y te levanta la falda.
Todos me pisan.
Pero yo no piso a nadie.
Todos preguntan por mi.
Yo no pregunto por nadie.
Sin ninguna ceremonia,
con el sombrero calado,
va delante de su rey,
del Papa y del magistrado.
Tan largo como un camino.
Proviene de vegetal.
A pesar de su extensión.
En un cesto puede estar.
Hombres y machos lo tienen,
hembras y mujeres, no.
Hasta el obispo en persona
tiene, como el toro, dos.
Nazco en lugares abruptos.
Sin haber tenido padre.
Y conforme voy muriendo.
Va naciendo mi madre.
Ni raíz ni rama tiene
esta conocida planta.
Anda y anda por el mundo
y el peso del hombre aguanta.
Blanco fue mi nacimiento,
me vistieron de colores,
por mí se pierden los hombres
y se quitan los honores.
No tiene ni inicio, ni medio, ni final y toca las costas de cada continente ¿Qué es?
Ver respuestaEs redonda sin ser bola,
es verde sin ser un prado,
tiene agua sin ser fuente,
tiene dientes y no muerde.
Es muy negro al parecer.
Su cuerpo carne no tiene,
porque la carne que veo
otro cuerpo la sostiene.
Quienes lo hacen, lo hacen silvando.
Quienes lo compran, lo compran llorando.
Quien lo usa, no sabe que lo usa.
Nico, Nico y su mujer
tienen cola, pies y pico.
Los hijos de Nico, Nico,
ni cola, ni pies, ni pico.
Tanto como en el invierno
es objeto aborrecido,
en el verano es querido,
buscado con afán tierno,
reservado y aplaudido.
Era príncipe de los publícanos,
Pero bajo de estatura.
Ansiaba ver a Jesús,
Aunque fuera de las alturas.
Girando toda su vida.
Toda su vida girando.
Y no aprendió a ser más rápida.
Da una vuelta y tarda un día.
Da otra vuelta y tarda un año.
En el mundo fui nacida,
pero Dios no me crió.
Si tienes entendimiento,
adivina quién soy yo.
Unos decían: es bella tierra
pero traga a sus moradores
¿más quien hizo callar a
estos mal hablados señores.
Tiene orejas largas
tiene cola pequeña
en los corrales se cría
y en el monte tiene cuevas.
Sirviente soy de sabios.
Mi oficio, aunque me faltan lengua y labios.
Es decir la verdad y la mentira.
A todo el que me mira.
Y tanto más me estiman mis señores.
Cuanto más firme tengo los colores.
Cien patos van por un puente,
todos a un mismo compás,
caminan divinamente,
con una pata na más.
Pálida es mi cara, pero hermosa a veces. De tarde se me ve borrosa, en cambio de noche brillo como ninguna sobre él mar, sobre el río, o la laguna ¿Quién soy?
Ver respuestaCuál será aquel animal
que rebuzna y no es borrico;
en la cara, en el hocico
y en el cuerpo es casi igual;
que trabaja irracional,
que lo que come merece,
tiene de burro la cara,
no es borrico y lo parece?
Soy una cosa impalpable.
En absoluto hago ruido.
Y por todo el mundo vivo.
¡Ojo! quien me menciona.
Es quien me rompe.
Suelo ir de mano en mano.
Hojas tengo y no soy flor.
Aun teniendo muchas letras.
No soy de nadie deudor.
Adivina, adivina una figura es, dos lados más largos y dos cortos también, se parece al cuadrado, pero se alarga de un lado a la vez.
Ver respuestaCapilla sobre capilla,
son capas del mismo paño;
como yo no te lo diga,
no lo aciertas en un año.
¿Qué se encuentra una vez en un minuto, dos veces en un momento pero ninguno en cien años?
Ver respuestaVeintiocho caballeros
Espaldas negras y lisas.
Delante, todos agujeros.
Por dominar se dan prisa.
Cuando quieras, quiero,
en la cama o en el suelo,
juntamos carne con carne
y pelo con pelo.
Te lo digo y te repito
y te lo debo avisar,
que por más que te lo diga
no lo vas a adivinar.
Retumban los tambores con ecos tremendos.
Y chispas fugaces, cae agua a raudales.
Todas somos altas
gordas o delgaditas
y echamos mucho humo
por nuestras cabecitas.
No me pronuncies dos veces
que tengo sonido feo;
siendo la letra del kilo
en carreteras me veo.
Verde fue mi nacimiento
y blanca mi mocedad,
todos me tientan la panza
para ver si estoy preñá.
Agita el cartucho,
carga la pistola,
pasa un algodón,
y con un azote
pone la inyección.
Te dice lo que está bien,
te dice lo que está mal
y no es ninguna persona,
¿de quién se puede tratar?
Mi ser por un punto empieza.
Por un punto ha de acabar.
El que mi nombre acierte.
Sólo dirá la mitad.
Camino sin tener patas,
y caminando agonizo;
unos me sacan la vida
y a muchos yo martirizo.
Tengo cinco habitaciones.
En cada una un inquilino.
En invierno cuando hace frío.
Están todos calentitos.
Una cosa muy potente,
que sin piernas y sin alas,
crece, vuela y atraviesa
ríos, mares y montañas.
Muñeco de plomo
que lleva fusil.
¿Sabes tú quién es?
Nunca nos dispara
ni dice un, dos, tres.
Si un tren va por la derecha y otro viene por la izquierda, ¿hacia dónde irá
el humo?
En mí se mueren los ríos.
Y por mí los barcos van.
Muy breve es el nombre mío.
Tres letras tiene, no más.
Por mi gusto me rompen el cuero
y me hacen pequeño agujero,
y me meten el tipiricuando,
y las pelotas se quedan colgando.
Si tú lo quieres así,
adivíname esta cosa:
¿cuál es la dama que tiene
la cara contra la losa?
Lo lleva el hombre por delante,
lo saca con mucho recelo,
tiene cabeza, y en ella
no hay ni un solo pelo.
Siete hijos ha la dama,
seis trabajan con ardor,
de la noche a la mañana
ruega el séptimo al Señor.
Puesto de una manera
soy un número par
pero paso a los nones
si la vuelta me das.
Murcia me da medio nombre
Una letra has de cambiar
Mas cuando llegues al lago
Mi nombre podrás terminar.
Tengo copa y no soy árbol,
tengo alas y no soy pájaro;
protejo del sol a mi amo,
en invierno y en verano.
Soy rey de un imperio
en toda nación,
tengo doce hijos
de mi corazón;
de cada uno tengo 30 nietos,
la mitad son blancos,
la mitad son negros.
En primavera te deleito.
En verano te refresco.
En otoño te alimento.
Yen invierno te caliento.
Mi madre es tartamuda,
mi padre es "cantaor",
tengo blanco mi vestido,
amarillo el corazón.
Es cual espada de dos filos
siempre poderosa, siempre pura,
y el Señor Jesucristo,
recomienda su lectura.
Tengo dientes afilados.
Que mucho brillan al sol.
Y aunque me falta la boca.
Soy un feroz comilón.
Doy calorcito,
soy muy redondo,
me levanto muy temprano
y por la tarde me escondo.
¿Qué espejo aquél puede ser
que aunque le des mil porrazos,
no lo harás jamás pedazos?
Sobre la mesa se pone,
Sobre la mesa se parte
Y entre todos se reparte
Pero nunca se come.
¿Cuál es una cama baja,
triste, sola y muy estrecha,
con grande presteza hecha,
donde nadie lleva alhaja
sino la que lleva puesta?
Para ser más elegante
no usa guante ni chaqué
sólo cambia en un instante
por una "efe" la "ge".
¿Quién escucho la voz de Dios?
Cuando la zarza ardía.
E inmediatamente obedeció,
Porque el mandato urgía.
Tiene agujas y no cose.
No se mueve, pero anda.
Si le das cuerda funciona.
Y el paso del tiempo señala.
Un gallo puso un huevo en un helicóptero, cayó a tierra y quedó entre la frontera de España y Francia.
¿Para quién será el huevo del gallo?
Doy al cielo resplandores.
Cuando deja de llover.
Abanico de colores.
Que nunca podrás coger.
Doy vida y puedo matar,
no hay quien me gane a correr,
siempre te doy en la cara
y nunca me puedes ver.
Con mi cámara te cojo,
a los aires yo te lanzo,
con mi antena te detecto
y en la pantalla te saco.
Hombre soy de gran limpieza
y apreciado de mis amos,
todos me traen en las manos
porque sirvo con presteza;
y aunque no tengo cabeza,
tengo más de cien mil pies,
y el enigma mayor es,
que aunque blanco o amarillo,
cedo porque soy juicioso
y para todos un pillo.
Yo soy muy buena señora,
donde me plantan estoy,
pero si me dan la mano
buena puñalada doy.
¿Cuál es la señora
muy entrometida,
que entra en las casas
y nadie la invita;
pisa los palacios
y pobres guaridas,
y todas la temen
y nadie la invita?
Una cajita chiquita,
blanca como la cal:
todos la saben abrir,
nadie la sabe cerrar.
Locomotora no soy,
más cuando con vapor voy.
Dejo muy alisado
si me usan con cuidado.
Una mujer va por un caminito alante,
que va a caer, que va a caer, que va a caer.
¿Qué es?
Compuso tres mil proverbios
con santa dedicación.
Y mil cinco versos,
Por divina inspiración.
No está nunca en la vereda
pero siempre está en la calle;
nunca está con cerradura
pero siempre está con llave.
Si un niño tarda una hora en recorrer 1 kilómetro, ¿cuánto tardarán dos niños en recorrer 2 kilómetros?
Ver respuestaSoy un pulmón vegetal,
llenito de clorofila;
si quieres pasar por lila,
di que soy un animal.
En el campo me crié.
Atada con verdes lazos.
Aquel que llora por mí.
Me está partiendo en pedazos.
Tengo corazón sin ser persona.
Tengo bata sin ser mujer.
Y el hombre elegante me lleva delante.
Soy blanco como el papel
y frágil como el cristal;
todos me pueden abrir,
pero ninguno cerrar.
Él es tío sin sobrinos.
A todos calienta igual.
Si no sabes de quién hablo.
Tras la primavera vendrá.
Pensando me vuelvo loco,
pensando me quedo enano.
¿Qué relación tengo yo
con la suegra de la mujer
de mi hermano?
Tendían mantos y ramos,
Las gentes por el camino.
¿Más quien montaba,
El orejudo pollino?
A mí me proclaman rey,
pero yo no tengo reino;
afirman que soy muy rubio,
pero carezco de pelo;
me dicen que yo ando mucho,
pero apenas si me muevo.
Arreglo muchos relojes,
aunque no soy relojero.
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